Monopoly es un juego de mesa basado en el comercio y el capitalismo, en el que el objetivo es acumular la mayor cantidad de dinero y propiedades. Se juega con un tablero, dos dados y un conjunto de fichas que representan a los jugadores. Cada jugador comienza con una suma de dinero, y el primer jugador es el que tira los dados para determinar cuántos pasos moverá. En cada casilla en la que cae, el jugador puede comprar o vender propiedades, pagar o cobrar impuestos, o ser enviado a la cárcel. Si un jugador cae en una casilla de propiedad, puede comprarla o dejar que otro jugador la compre. Si un jugador cae en una casilla de cobro de impuestos, debe pagar el impuesto correspondiente. Si un jugador cae en una casilla de cárcel, debe permanecer allí hasta que pague la fianza o cumpla su sentencia. El juego termina cuando un jugador acumula todas las propiedades y el dinero de los demás jugadores.
Monopoly es un juego muy popular, y existen muchas versiones diferentes del juego, cada una con su propio tablero y conjunto de reglas. La versión española del juego es muy similar a la versión original, pero tiene algunas diferencias en el tablero y en las reglas. El tablero español tiene 40 casillas, en lugar de las 44 casillas del tablero original. Las casillas en el tablero español están numeradas del 1 al 40, y el número de casilla en cada casilla determina cuántos pasos moverá el jugador. Las casillas en el tablero español también están divididas en cuatro colores: rojo, amarillo, verde y azul. Cada color representa un grupo de casillas con propiedades similares, como las propiedades de una ciudad o una región.
Las reglas del juego también son ligeramente diferentes en la versión española. En lugar de comprar propiedades, los jugadores compran "fincas". Cada finca representa un grupo de propiedades de un mismo color. Los jugadores pueden comprar fincas con dinero o con propiedades, y pueden vender fincas a otros jugadores. Los jugadores también pueden hipotecar fincas para obtener dinero. Las fincas hipotecadas no pueden ser vendidas o usadas para pagar impuestos, pero el jugador puede deshipotecarlas en cualquier momento pagando el importe de la hipoteca más una tarifa.
Otra diferencia en la versión española es que los jugadores no van a la cárcel, sino que van a "la calle". La calle es una casilla en el tablero donde los jugadores pierden su turno y no pueden hacer nada. Si un jugador cae en una casilla de cobro de impuestos, debe pagar el impuesto correspondiente. Si un jugador cae en una casilla de cárcel, debe permanecer allí hasta que pague la fianza o cumpla su sentencia. El juego termina cuando un jugador acumula todas las propiedades y el dinero de los demás jugadores.
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